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EL PROYECTO

1. Título y  número de bailarines

 

El gesto. Investigación corporal sobre el gesto corporal con mediación de tecnología.

Proyecto para performer y artista sonoro.

 

2. Planteamiento

 

        2.1. El Gesto

 

El gesto es una compleja trama de reacciones que dan forma a un signo legible para el espectador. No existen ni una lectura unívoca del gesto, ni una sola gestualidad válida para todos los sujetos, aunque todo gesto es a fin de cuentas una construcción social, porque forma parte de un lenguaje corporal socialmente inscrito en la carne que lo articula. La trama gestual es el núcleo del lenguaje corporal, a través de la cual las técnicas sociales que han modelado el cuerpo se expresan.

 

El gesto activa la percepción, consciente o inconscientemente, la gestualidad entra en relación con la percepción, la cual busca siempre descifrar lo que el signo gestual significa. El gesto es condición de posibilidad de todo encuentro intersujetivo. Ante mi aparece un otro, una imagen, la que para el arte es principio y fin. A través de un tejido de gestos la imagen toma forma, ahí se sintetizan las ideas que el artista se propone colocar, discursivamente, frente a un otro. La imagen moviliza ideas y sensaciones en la percepción del espectador, no hace falta nada más, sólo una imagen que sea el puente que permite un diálogo entre lo que se coloca en escena y el espectador, activador final de todos los posibles sentidos contenidos en la imagen.

 

La imagen organiza los gestos, les otorga un sentido, o muchos sentidos, no importa, lo relevante es que ahí están latentes los sentidos e inquietudes que propiciaron todo el proceso de creación. Pero es el gesto el que dispara la construcción de sentidos en ese otro contradispositivo que es el espectador.

 

En la danza, el gesto, en tanto que elemento central de la imagen, disuelve toda idea de la técnica como contenedora de toda la idea dancística. El gesto revela esas otras técnicas corporales que dan forma a lo corporal, es una vía que permite ir contra lo instituido.

 

El gesto opera para construir sentidos en un cuerpo que se mueve, porque incluso las técnicas normalizadas, se basa en la codificación de gestos corporales. La danza transcurre entre gestos, una pose es un gesto, porque en ella hay un algo que se quiere decir, un algo anterior a toda discursividad o narrativa que abre interrogantes en la percepción del espectador.

 

Si bien la danza se construye a partir de gestos codificados, el proceso endogámico que se ha ejercido desde la disciplina de la danza, particularmente de la danza contemproránea, ha obstruido el proceso de reconocieminto e identificación que el gesto producía originalmente al espectador, en el entendido de que el gesto condensa un significado capaz de ser reconocido por "todos" ya que se instala dentro de un imaginario que es "condicionado" y "colectivo" en un espacio y tiempo determinados. Por tanto, la importancia central del gesto dentro de un discurso coreográfico, sería reconstruir esa vía de comunicación con el espectador y romper con la fuerte inercia de las élites disciplinares, es decir, de la danza que se hace solo para los bailarines. 

 

Un gesto señala pero no apunta en ninguna dirección precisa, su ambigüedad hace que el cuerpo sea siempre un lugar de misterio, inasible. Aquí aparece el sentido profundo de la danza, un terreno de silencio, porque no quiere decir nada, pero que al moverse a través de los signos evidencia el sentido del cuerpo en movimiento: un intento por revelar la condición simbólica del sujeto encarnado. Porque a través del gesto es posible dimensionar la espesura simbólica del cuerpo, sólo ahí, en un cuerpo colocado en la esencialidad del gesto, sólo ahí es posible que aparezca las razones históricas del movimiento. El gesto también nos refiere a un estado ritual.

 

La forma definida por la técnica siempre tiene un cerco que la constriñe a ser producto de su tiempo. Un gesto debería poder escapar de este cerco, a pesar de ser signo social es hijo de su tiempo. La comprensión del gesto es siempre compleja porque un mismo gesto tiene diferentes lecturas según las épocas y los lugares en donde aquél se lee. El gesto está atado a una lectura condicionada históricamente, y al mismo tiempo, es una acción que se escapa siempre, por su apertura, a toda discursividad cerrada.

 

        2.2 Accionismo vienés        

 

        “El Accionismo no es happenings ni Fluxus (…) sino hacer visibles los mecanismos de la conciencia individual y colectiva” Muhel

 

El accionismo vienés fue uno de los movimientos vanguardistas del siglo XX más radicales, se trató de una postura anti-arte, en donde el cuerpo es visto con interés estético. Se le puede considerar como antecesor del performance.

 

Proyecto El Gesto es una apuesta por arribar a un espacio de anti-danza, para hacer que el movimiento, como expresión significativa del cuerpo, tome un lugar protagónico.

 

Es precisamente, en la creación de signos abiertos como lo es el gesto y en la calibración de los silencios, en donde se puede crear un dispositivo que sea un contradispositivo, una danza que sea antidanza, porque en escencia lo que se propone es un diálogo abierto en donde la ambiguedad instala lo volátil como parámetro. Con el silencio, el signo viaja en contra de toda voracidad temporal en la que vivimos inmersos, y si violentamente se propone el silencio como gesto, se confronta a toda aquella persona que observa con cambiar su realidad para ser y su realidad para ver, se le obliga pues, a detenerse un momento.

 

        2.2. Danza y tecnología     

 

La forma de control gestual en la tecnología, es algo que ha motivado constantes investigaciones e inovaciones, ésto se puede observar en la forma en como algunos videojuegos como el Kinect han desarrollado sus dispositivos de control para incorporar a todo el cuerpo, o bien como el teclado de los celulares ha derivado en la pantalla táctil que permite involucrarse de manera más corporal con el dispositivo tecnológico. Puede decirse que esto responde, a que las posibilidades generadas desde una respuesta gestual, es decir corporal, son mucho más ricas y complejas que las respuestas simples que producen los controladores, ya sea un botón, un apagador o un teclado. 

 

        2.3 El laboratorio de investigación

 

        Un laboratorio en el arte es el lugar de la experiencia. Queremos poner al bailarín en situación, en un ambiente inmersivo lleno de sensores y dispositivos –de sonido y luz- que dialoguen con su gestualidad para construir una situación predecible no controlada, es decir, un espacio en donde todo está previsto pero en la cual el intérprete se mantiene entre la improvisación y el trazo de un camino que implican la formalización de la escritura coreográfica.

 

En tanto que laboratorio, la documentación obtiene un gran valor, pues es material fundamental para la comprensión posterior del proceso; por ello se generarán: una serie fotográfica, videos del proceso, un texto teórico.

               

3. Justificación

 

        3.1. La importancia de un laboratorio

 

Un laboratorio es el lugar en donde diversas disciplinas se cruzan con la intención de profundizar en una pregunta que se plantea como detonadora de la investigación. A diferencia de la ciencia en donde la experimentación tiene como fin el dato, en el arte el fin de toda experimentación es la experiencia misma. 

 

Un laboratorio es el lugar, además, en donde se hace evidente que el arte produce conocimientos, si bien de otra naturaleza a los de la razón científica, si aquellos que también nos permiten saber más sobre la propia práctica artística e indagar aspectos de lo humano.

 

Aquí tiene valor central el proceso, la articulación de estrategias metodológicas para que los involucrados se puedan colocar en situación, es decir, en ese estado que posibilita la experiencia con fines de conocimiento.      

 

4. Objetivos

 

        a) Generar un laboratorio para investigar sobre el potencial expresivo del gesto cuando se coloca como el centro articulador de todo una propuesta escénia, sin apelar a las técnicas de danza validadas.

 

        b) Construir un dispositivo sonoro-lumínico que permita al bailarín una improvisación en un ambiente controlado, lo cual implicará mantenerse en un equilibrio entre lo determinado y lo indeterminado, pero que buscan siempre arribar a una forma, en donde todos los lenguajes se organizarán y trabajarán en torno a la noción de gesto.

 

        c) Realizar una amplia documentación del proceso que permita arribar a otras piezas y procesos de reflexión en torno a la danza.

 

        d) Generar un texto teórico en torno al gesto cuando el cuerpo se encuentra implicado en un ambiente tecnológico.        

 

5. Propuesta de recursos escénicos        

 

Dado que el laboratorio busca ir al encuentro de los gestos mínimos e íntimos del bailarín, se requiere de un espacio pequeño para lograr la cercanía al suceso. Se trata de acortar toda distancia entre el hecho performático y el espectador.

 

 

El espacio estará desprovisto de toda referencia al espacio teatral, buscamos un espacio neutro de cero significación, ya que toda significación debe ser producto de lo que el cuerpo hace. El intérprete irá vestido con ropa neutral, pues interesa desproveerlo de cualquier connotación cultural para concentrarnos en su acción corporal.

 

Se construirán dos redes: una para la luz, y otra para el sonido. En ambos casos serán controlados por una computadora que dialogará con los movimientos del intérprete. 

 

El sonido de la pieza serán los sonidos propios del cuerpo en movimiento, el cual será procesado por un software.

 

Queremos la mayor economía de recursos para magnificar la presencia del cuerpo y sus gesto.

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